La tradición cuenta que en el Palacio de los Duques de Villahermosa se hospedó el propio Cervantes en 1569, durante un viaje acompañando el Cardenal Giulio Acquaviva.
Cerca de aquí pudo pasar…
Que trata de muchas y grandes cosas
(Quijote II, 31)
Cuenta, pues, la historia que, antes que a la casa de placer o castillo llegasen, se adelantó el duque y dio orden a todos sus criados del modo que habían de tratar a don Quijote; el cual como llegó con la duquesa a las puertas del castillo, al instante salieron dél dos lacayos o palafreneros vestidos hasta en pies de unas ropas que llaman de levantar, de finísimo raso carmesí, y cogiendo a don Quijote en brazos, sin ser oído ni visto, le dijeron:
—Vaya la vuestra grandeza a apear a mi señora la duquesa.
(Quijote II, 31)
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Don Quijote, como todos los viajeros de su época, llegaría a orillas del Ebro siguiendo el camino natural que discurría por el valle del río Jalón y el encuentro con los Duques pudo producirse en la zona de Bonavia. Así lo afirma la tradición ya que entonces esta zona era parte de la finca de los Villahermosa y serviría para sus batidas de caza. A partir de de ese momento la mayor parte de las aventuras de ambos personajes se producen en el Palacio de los Duques de Villahermosa, en el mismo corazón de Pedrola, donde son hospedados Don Quijote y Sancho. Un palacio extraordinario que se conserva en perfecto estado.
(fuente: https://identidadaragonesa.wordpress.com)