En 1525 Lucca eligió la protección del Emperador Carlo V, y como consecuencia la dependencia de España, a los tratados con la Toscana, confiando que la relación más lejana con el Imperio le hubiera permitido mantener una mayor independencia politica y administrativa.
Partiéronse de allí, y llegaron a Luca, ciudad pequeña, pero hermosa y libre, que debajo de las alas del imperio y de España se descuella, y mira esenta a las ciudades de los príncipes que la desean; allí, mejor que en otra parte ninguna, son bien vistos y recebidos los españoles, y es la causa que en ella no mandan ellos, sino ruegan, y como en ella no hacen estancia de más de un día, no dan lugar a mostrar su condición, tenida por arrogante.
(Los Trabajos de Persiles y Sigismunda, III, 19, Miguel de Cervantes Saavedra)
Las posadas de Luca son capaces para alojar una compañía de soldados, en una de las cuales se alojó nuestro escuadrón, siendo guiado de las guardas de las puertas de la ciudad, que se los entregaron al huésped por cuenta, porque a la mañana, o cuando se partiesen, la había de dar dellos.
(Los Trabajos de Persiles y Sigismunda, III, 20, Miguel de Cervantes Saavedra)
Despidióse Tomás del capitán de allí a dos días, y en cinco llegó a Florencia, habiendo visto primero a Luca, ciudad pequeña, pero muy bien hecha, y en la que, mejor que en otras partes de Italia, son bien vistos y agasajados los españoles.
(El licenciado Vidriera, Miguel de Cervantes Saavedra)