La Barcelona que conoció Cervantes era una urbe que empezaba a desarrollar su actividad económica y comercial después de una época de alternancia entre prosperidad y crisis, con su puerto abierto al Mediterráneo.

Y así me pasé de claro a Barcelona, archivo de cortesía, albergue de los extrangeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única.
(Don Quijote II, 72)
Admiróles el hermoso sitio de la ciudad y la estimaron por flor de las bellas ciudades del mundo, honra de España, temor y espanto de los circunvecinos y apartados enemigos, regalo y delicia de sus moradores, amparo de los estranjeros, escuela de la caballería, ejemplo de lealtad y satisfación de todo aquello que de una grande, famosa, rica y bien fundada ciudad puede pedir un discreto y curioso deseo.
(Las dos Doncellas, 1573)
Llegaron a Barcelona a tiempo cuando llegaban a su playa cuatro galeras españolas, que, disparando y haciendo salva a la ciudad con gruesa artillería, arrojaron cuatro esquifes al agua, el uno de ellos adornado con ricas alcatifas de Levante y cojines de carmesí, en el cual venía, como después pareció, una hermosa mujer de poca edad, ricamente vestida, con otra señora anciana y dos doncellas hermosas y honestamente aderezadas.
(Los Trabajos de Persiles y Sigismunda, 1616)
Un vistazo a Barcelona
Barcelona es capital de la comunidad autónoma de Cataluña y la segunda ciudad más poblada de España después de Madrid.
Situada a orillas del mar Mediterráneo, y a unos 120 kilómetros al sur de la cadena montañosa de los Pirineos y de la frontera con Francia, está reconocida como ciudad global por su importancia cultural, comercial y turística. Su puerto es uno de los más importantes del Mediterráneo.
La historia de la ciudad se extiende a lo largo de 4.000 años, desde finales del Neolítico, y el sustrato de sus habitantes aúna a los pueblos íberos, romanos, judíos, visigodos, musulmanes y cristianos. Desde ser una pequeña colonia romana ha construido su prestigio y relevancia hasta convertirse hoy en una ciudad valorada internacionalmente por su economía, patrimonio artístico, cultura y su vida social.
Barcelona medieval
En la Edad Media Barcelona fue Ciudad Condal y ganó una cierta relevancia política. Se instalaron aquí las principales instituciones de la Cataluña Vieja, y esto propició una intensa actividad comercial que hizo que la ciudad creciera y se expandiera. Los magníficos edificios góticos que se encuentran en lo que fue el antiguo centro de la ciudad medieval, son el espejo de la vivacidad de esa época.
Barcelona modernista
Al final del siglo XIX, Barcelona era una ciudad en plena expansión y la arquitectura se convirtió en la manifestación del estatus social de su próspera burguesía. El modernismo dio voz a esta viveza.
Barcelona y sus museos
Más de 55 museos para todos los gustos y edades que cubren los temas más varios, como arte, arquitectura, historia, ciencia o deporte, entre todos.
Barcelona y sus mercados
Los mercados de Barcelona son un verdadero tesoro de la ciudad, además de una de las principales atracciones turísticas. Una ocasión para descubrir, de manera informal, la gastronomía y las costumbres de esta ciudad.
Qué ver con Cervantes
Entrada a Barcelona | Plaza Pla de Palau, 18

Foto de Enfo, Wikimedia Commons
Llegaron a su playa la víspera de San Juan en la noche. Tendieron don Quijote y Sancho la vista por todas partes: vieron el mar, hasta entonces dellos no visto; parecióles espaciosísimo y largo…
(Quijote II, 61)
***
El espacio que rodea la actual Facultad de Náutica de Barcelona, en Plaza Pla de Palau, 18, lo ocupaba antiguamente la muralla de mar, con una puerta de entrada a la ciudad que era una zona de intenso tráfico de gentes y mercancías. Es precisamente este, supuestamente, el lugar por donde entran en Barcelona don Quijote y Sancho Panza.
Pla de Palau, 18
Barcelona
Casa de Antonio Moreno | Carrer de Montcada, barrio Gótico

foto: Maria Rosa Ferre, Wikimedia Commons
Volvieron a subir don Quijote y Sancho; con el mismo aplauso y música llegaron a la casa de su guía, que era grande y principal, en fin, como de caballero rico; donde le dejaremos por agora, porque así lo quiere Cide Hamete.
(Quijote II, 61)
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En el barrio Gótico, en Carrer de Montcada, encontramos bellas casas nobles y palacetes donde vivieron ya desde el siglo XII las familias más adineradas de la ciudad. Cervantes pudo inspirarse en una de estas casas cuando escribió sobre la «grande e principal» de Antonio Moreno, anfitrión de don Quijote y Sancho en Barcelona y que los hospedó durante su estancia en la ciudad. Todavía conservados, dos de estos edificios son el Museo Picasso (Carrer de Montcada 15-23) y el Museo Textil de la Indumentaria (Carrer de Montcada, 12-14).
Carrer de Montcada, Barcelona
Imprenta de Sebastián de Comelles | Carrer del Call, 14
Sucedió, pues, que yendo por una calle alzó los ojos don Quijote y vio escrito sobre una puerta, con letras muy grandes: “Aquí se imprimen libros”, de lo que se contentó mucho, porque hasta entonces no había visto emprenta alguna y deseaba saber cómo fuese. Entró dentro, con todo su acompañamiento, y vio tirar en una parte, corregir en otra, componer en esta, enmendar en aquella, y, finalmente, toda aquella máquina que en las emprentas grandes se muestra.
(Quijote II, 62)
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Siempre en el barrio Gótico, en Carrer del Call, 14, estaba la imprenta de Sebastián de Comelles. A esta se hace referencia como la que visitó don Quijote durante su estancia en Barcelona, la misma donde se estaba imprimiendo la versión apócrifa del Quijote de Avellaneda.
Carrer de Call, 14
Barcelona
Carrer de Perot lo Lladre
— No estéis tan triste, buen hombre, porque no habéis caído en las manos de algún cruel Osiris, sino en las de Roque Guinart, que tienen más de compasivas que de rigurosas.
— No es mi tristeza —respondió don Quijote— haber caído en tu poder, ¡oh valeroso Roque, cuya fama no hay límites en la tierra que la encierren!, sino por haber sido tal mi descuido, que me hayan cogido tus soldados sin el freno, estando yo obligado, según la orden de la andante caballería, que profeso, a vivir contino alerta, siendo a todas horas centinela de mí mismo; porque te hago saber, ¡oh gran Roque!, que si me hallaran sobre mi caballo, con mi lanza y con mi escudo, no les fuera muy fácil rendirme, porque yo soy don Quijote de la Mancha, aquel que de sus hazañas tiene lleno todo el orbe.
(Quijote II, 60)
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Perot Rocaguinarda, popularmente conocido como Perot lo Lladre, fue un famoso bandolero catalán en el que Cervantes pudo inspirarse para el personaje de Roque Guinart, que acompañó a don Quijote y Sancho a Barcelona por caminos secretos.
Carrer de Perot lo Lladre, Barcelona
Escultura del Clavileño
Joaquim Ros Sabaté (1970) plasmó en esta escultura a un don Quijote a lomos de un caballo volador –Clavileño el Alígero– para deshacer un encantamiento.
Terminal T2, Aeropuerto de Barcelona El Prat
Rutas de poesía y música
con Guillem Vallejo y Emiliano Valdeolivas
Icono Serveis Culturales
Ruta Cervantes. Barcelona vista por don Quijote, conducida por Rafa Burgos, autor.
Saber más
Barcelona en la época de Cervantes

Barcelona hacia 1535, grabado de Georg Braun y Frans Hogenberg publicado en Civitates Orbis Terrarum (1572).

Barcelona en 1563 en un dibujo de Anton van den Wyngaerde
Barcelona y Cervantes
Miguel de Cervantes estuvo en Barcelona en el año 1610, quedando las impresiones de esta estancia reflejadas en su Don Quijote de la Mancha.
Para tener la idea de lo que fue la ciudad catalana encontrada por nuestro escritor aconsejamos la lectura del interesante Dossier Las Geografías de Cervantes en Barcelona, por Manuel Peña Díaz.
(fuente: 20minutos.com | Barcelona, la única ciudad que visitan don Quijote y Sancho, de María Márquez)
“… La escritora catalana Carme Riera planteó la posibilidad, en el congreso Cervantes, el Quijote y Barcelona (2005), de que fuese en 1571, con 24 años, cuando Cervantes conoció la Ciudad Condal, pues consta documentalmente que fue arcabucero (soldado con arcabuz, similar al fusil) en la compañía de don Diego de Urbina, que zarpó del puerto barcelonés el 11 de julio de ese año. En opinión de Riera, esta estancia estival le habría permitido presenciar la fiesta de San Juan, en la que participan los protagonistas de la novela (“llegaron a su playa en la víspera de San Juan en la noche”). La tesis de Riera también explicaría la paródica entrada regia de los protagonistas en la ciudad (“sonaban clarines, trompetas y chirimías… Los soldados de las galeras disparaban infinita artillería”), como ocurrió el 16 de junio de 1571 con don Juan de Austria, y que podría haber presenciado Cervantes”.
Barcelona y don Quijote
Investigaciones
El episodio barcelonés de don Quijote y Sancho frente a don Antonio Moreno (II, 61-62): intertextualidad, burla y elaboración cervantina
por Agustín Redondo
en Volver a Cervantes: Actas del IV Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas
Lepanto 1/8 de Octubre de 2000
coord. por Antonio Pablo Bernat Vistarini
Vol. 1, 2001
ISBN 84-7632-645-9
págs. 499-513
Libros
Cervantes en Barcelona. Guía de la ciudad vista por don Quijote
de Rafael Burgos
Marge Books, Barcelona 2013
pp. 160
ISBN 978-8415340751
Pasear por Barcelona a través de la mirada de Miguel de Cervantes hace del recorrido un viaje estimulante y enriquecedor. El escritor plasmó así en Don Quijote de la Mancha la sensación que le produjo la ciudad durante su estancia en 1610: “Barcelona, archivo de cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos, y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, única”. Este paseo por la Barcelona cervantina permite conocer cómo vivían los barceloneses de principios del siglo xvii y recorrer los espacios que visitó el Ingenioso Hidalgo, además de numerosos edificios e instituciones representativos de la época: la Inquisición, la catedral, el barrio judío y su propia casa, la de Cervantes, entre otros muchos. Con el paso de los siglos, en pleno modernismo, la figura de Cervantes resurgió con la conmemoración del tercer centenario de la publicación de Don Quijote de la Mancha. Antoni Gaudí no escapó a su atracción, y los arquitectos Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch decoraron sus edificios con bustos del escritor madrileño. Invitamos al lector a localizar las numerosas referencias de Cervantes y de su principal creación literaria, don Quijote, en Barcelona. Este libro abre una puerta al imaginario colectivo de la ciudad, donde el fascinante mundo de Cervantes y de su entrañable caballero han enraizado y están presentes en sus calles, sus museos, sus edificios, sus establecimientos o sus parques. Estas páginas le guiarán para seguir los pasos de Cervantes en Barcelona.
Don Quijote en Barcelona
Edición de José María Micó
Peninsula, Barcelona 2004
pp. 110
ISBN 84-8307-639-X
Cervantes no nos precisa el lugar ni la fecha de nacimiento de don Quijote, pero sabemos muy bien dónde y cuándo murió: en Barcelona, en el verano de 1614. Los capítulos barceloneses de la obra forman un pequeño Quijote en el que entran en danza muchas de las parejas principales de la trama: acción y contemplación, justicia y transgresión, armas y letras, burlas y veras, castigo y perdón, ficción y realidad, vida y lectura, amor y muerte.
Barcelona era un destino ineludible, una suerte de “finisterre” narrativo y simbólico al que don Quijote no acude solo por despecho, sino por necesidad y por vocación, es decir, porque siente su llamado. El mar, con su horizonte de ensueños y fabulaciones era y es un semillero de posibilidades narrativas, y su contemplación parece un rito iniciático, casi una promesa de aventuras sin cuento.
Cervantes en Barcelona
Martín de Riquer
Alcantilado ediciones,
ISBN 978-84-96136-92-2
pp. 136
Los elogios que en varios pasajes de sus obras dedicó a Barcelona el autor del Quijote, así como la tradición popular que designa como “la casa de Cervantes” la que hoy lleva el número 2 del Paseo de Colón de dicha ciudad, parecen indicios claros de una hipotética estancia del gran escritor en la que él llamó «flor de las bellas ciudades del mundo». Sus biógrafos suelen admitir que esta estancia debió de producirse en 1569, cuando contaba veintidós años y huía de Madrid hacia Italia. En el presente volumen, sin embargo, el profesor Martín de Riquer examina con todo detalle datos de la biografía cervantina y hechos documentados de la historia de la ciudad a principios del siglo XVII y, tras una lectura minuciosa de Las dos doncellas y de algunos capítulos de la segunda parte del Quijote, establece sin lugar a dudas que Cervantes residió en Barcelona en el verano de 1610, y muy probablemente en la casa que la tradición designa con su nombre. Así, el presente estudio constituye no sólo una decisiva aportación a la biografía cervantina y a la historia de la ciudad condal, sino también una ineludible contribución a la exégesis de episodios harto conocidos de una de las Novelas ejemplares y del Quijote.
Jornadas de Filología. Homenaje al profesor Francisco Marsá
Autores varios
pp. 294
ISBN 978-84-7875-326-0
Universitat de Barcelona Edicions, 1990
La edición de este volumen recopila los textos escritos por Manuel Alvar, Martín de Riquer, Manuel Ariza, Sebastià Serrano, Hernán Urrutia, José Manuel Blecua, Antonio Narbona, Bernard Pottier, Maria Teresa Cabré, Joan Veny, Guillermo Rojo, Vidal Lamíquiz, Gregorio Salvador, Emilio Alarcos, Pere J. Quetglas, Eugenio Coseriu, que han sido recogidos en este volumen de homenaje al profesor Francisco Marsá, recientemente fallecido.
¡Aquí fue Troya, aquí mi desdicha… Aquí se oscurecieron mis hazañas; aquí, finalmente, cayó mi ventura para jamás levantarse!
(Quijote II, 66)
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